La culpa es de Pago Fácil….

…. no necesariamente.

“Obvio que sí, nada que lea me hará cambiar de opinión”, estás pensando.

Pero te insisto. La transacción es un proceso complejo (lógico, si utiliza datos ultra mega privados de tus usuarios), por lo tanto hay varias etapas en las cuales puede fallar o el usuario se puede arrepentir. Aquí te nombro las tradicionales (fuente: Transbank):

Ups… parece que se arrepintió. Quizás sus zapatillas no estaban tan gastadas después de todo?

Yo me preocuparía: o se quedó dormido por el carrete de anoche o capaz que se haya desmayado o se quedó pegado en la maratón de Netflix o sacó a pasear al perro. O era tan, pero tan indeciso, que ni siquiera fue capaz de cerrar la ventana pese a que se arrepintió a último minuto… en fin, son tantas opciones.

Soldado que arranca sirve para otra guerra, dicen. Al menos fue más decidido que el amigo del Timeout.

¿Ubicas el acto fallido (lapsus) acuñado por Freud? ¿No? ¿Te suena el “tuve un lapsus”? Bingo! Yo siempre pienso lo peor: o el amigo en el fondo no quería comprar las zapatillas (porque #prioridades) o, si somos bien pensados, ya es hora de ir al oculista.

Ups! Awkward… pero a quién no le ha pasado.

 

Sé lo que estás pensando. Sí, que es ambiguo, que no se entiende… qué te puedo decir. Es lo que hay.

Bad timing, pero no te preocupes, todo va a estar bien.

Ameba Creative Studio Ameba Creative Studio